Bueno, dije que me atrevería a hablar de un disco al completo, y aquí
estoy, para hablar del último que he tenido oportunidad de escuchar a
conciencia: Linoness:Hidden Treasures, de Amy Winehouse.
Hablar de Amy es, desde luego,
hablar de una de las mejores voces que dio el panorama musical la década pasada
(Que lejos suena). Mal y pronto nos dejó, y cuando los fans aun se estan
secando las lágrimas tras su perdida, nos llega este disco, compuesto de
descartes, versiones y pinceladas de lo que habría sido su tercer álbum. Nos
encontramos de todo en las doce canciones que lo componen.
Desde luego, quien entienda
“Hidden Treasures” como un nuevo álbum, va equivocado, al menos, bajo mi punto
de vista. Es un recopilatorio, hecho tanto con la intención de aprovechar que
la muerte es reciente (Si, ¿O me vais a decir que la discográfica lo saca por
amor al arte?) como para recordar. De hecho, no me costaría imaginarme a un
melancólico productor saltando entre las grabaciones de su cantante, recordando
viejos tiempos. Porque desde luego, esa es la sensación que da: Que uno va
viajando en el tiempo, saltando de una fase de madurez de la cantante a una
anterior, y luego vuelta a donde estábamos. Esto es tan bueno como malo para el
resultado del producto final; Si, mostramos a la chica, como ha cambiado, como
ha evolucionado, pero se sacrifica cohesión, hay momentos en los que uno parece
cambiar de disco. Esto se podría haber solucionado de una forma muy simple:
ordenando de forma cronológica los tracks. Con esto se habría hecho un repaso a
la carrera y se habría conseguido más coherencia, y se veria de forma natural y
progresiva el cambio que da Amy como cantante con los años.
En cuanto a la música en sí, que
decir. Si uno se quita de encima el prejucio que corre por Internet, según el
cual este es un disco sacacuartos sin sentido ni alma, se encuentra ante un
buen disco. Una canción como “Our day will come”, canción que abre el álbum, muestra un estilo
reggae/ska que no es nuevo para Amy; ya se esuchó algo parecido en “Frank” con una
versión de “Mood for Love”, así como en “Back to Black”, con “Just Friends”.
"Will you still love me tomorrow" es una canción que a my me gustaria escucharla con una voz masculina. Me explico: la canción tiene una fuerza y un estilo que le habría sentado muy bien una voz masculina fuerte, grave. Eso si, Amy lo hace muy bien (Lo único que ha hecho mal esta chica es echarse a perder y morir). Encontramos también "Like Smoke", con colaboración del rapero Nas, en la que Amy canta el estribillo entre estrofa y estrofa del chico de Brooklin. Si mal no recuerdo, esta no es su primera colaboración. Una pena que tenga que ser la última. No es, desde luego, la mejor canción del disco, pero si una que destaca.
Con esto llegamos a lo que sería el ecuador del álbum, y también, la que para mi, es la mejor canción: "Valerie". Canción que no es original suya, pero que Amy la hace propia. Le da su estilo, su voz. Le da el alma que ella le da a sus mejores canciones. Si me tengo que quedar con una sola del álbum me quedaría con esta.
"Girl from Ipanema" es, desde luego, la canción más "curiosa". No porque se salga de lo normal para ella, o por que suene extraña, si no porque nos encontramos con una Amy jovencísima. 18 años tenía cuando la gravó, en un estudio de Miami, según dice el libretillo que venia con el disco, y se nota. Un timbre de voz menos vibrante, tonos más agudos, con una entonación y vocalización que hacen sentir juventud y la emoción de alguien que empieza. Desde luego, me gusta, ya apuntaba a lo que iba a llegar.
Si antes decía que la mejor para mi era "Valerie", "Half Time", no se queda muy atrás. Muy buena Amy, acompañada de su sola guitarra acústica al principio, creciendo la canción poco a poco en instrumentalización.
A partir de aquí, las canciones restantes las considero un escalón por debajo del resto del disco. Evidentemente, esto no quiere decir que sean malas, pero si que me quedo con la otra parte del álbum. Destaca la colaboración con Toni Benneti en "Body and Soul"
Concluyendo ya, que esto se alarga mucho, es un disco que cualquiera que le guste esta chica, que sea fan, no debería dudar en comprar. Como homenaje, es excelente. Si se mira como tercer álbum de Amy Winehouse, se queda, evidentemente, corto. Desde un punto de vista más personal, a mi me ha gustado, me ha agradado bastante (Lo reconozco, me esperaba una retahíla de canciones sacadas del baúl de los recuerdos y mal editadas, servidas como cebo para fans nostálgicos). Recomendado, la verdad. ¿Una nota entre el 1 y el 10? Un 7.5 o 8. Más cerca del 8.
¡Un Saludo!
P.D: Espero que no nos cierren el blog, detengan, torturen y secuestren nuestras familias, por poner links a las canciones. Que el FBI esta en "Mode Paranoia On". Forza Anonymous!
Buena entrada tío y buena descripción del gusto con tu sentido crítico de siempre.
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