Son las 21:20 de un miércoles, me duele la espalda y llevo una semana ajetreadísima pero me encanta 'evadirme' escribiendo y dedicando tiempo, aunque sea poco, al blog. Como siempre digo, espero que a cualquiera que lea esto, le guste lo que está leyendo y uno de mis propósitos para ésto es dedicarme a temas variados. Así se hace menos monotema ¿no? Esta noche de enero me gustaría hablar sobre una de mis aficiones que ha ido creciendo en mí, y que desde hace cosa de un mes se ha incrementado mucho más debido a que me compré una cámara semiprofesional, un modelo nuevo de Panasonic Lumix que por ahora me está dando buenos resultados. Sí, hablo de la fotografía, ya desde pequeño me gustaba ir haciendo fotos por la calle con una antigua cámara de carrete antigua de mi abuelo y he mantenido ese 'hobbie' aunque refinándolo un poco, hasta el punto de querer aprender cada vez más sobre la cámara que me cuelgo al cuello o los 'truquitos' que consigo con ella.
No soy para nada un profesional del tema, llevo una cámara modesta fotográficamente hablando y lo poco de fotógrafo profesional que tengo son las ridículas posturas que hago a la hora de intentar hacer una foto. Es una afición que incluso ha llegado a pasarse por mi cabeza la vaga idea de dedicarme profesionalmente a ello, pero quizás no pase de ahí, de idea...de sueño... Como suelen decir, soñar es gratis y yo, lo aprovecho.
Por cierto, os dejo la mejor fotografía (en mi humilde opinión) que ha sacado mi FZ45 hasta la época:
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