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miércoles, 22 de agosto de 2012

La verdad no escribo esta entrada para compartir algo con las personas que se dignen en leer estas divagaciones, ni tan siquiera escribo esto para expresar algo desde un punto de vista objetivo, tan solo escribo porque leo y veo demasiadas críticas en esta sociedad de diversas étnicas y culturas. Recordemos que existe la libertad de expresión pero bueno una libertad que a algunas personas les molesta en ciertos momentos, en fin, que me lío solo, voy al grano.

Si te paras a mirar una red social como Twitter ves gente criticando a otros de forma indirecta (una gran mayoría lo hace),  a veces lo leo y pienso -"¿Pero qué coño?"- , otras simplemente no estoy tan aburrido para ir mirando tweets.

El caso es, ¿quienes somos para criticar lo que hagan los demás?, ¿somos más que ellos?, ¿mejores?, ¿tomamos mejores decisiones?, yo pienso que no y si criticamos es porque nos divierte lo hipócritas que podemos llegar a ser todos.

Leí hace poco alguien que criticaba a otra persona por su forma de vestir, no sé, esas persona estará en las lista de los mejores vestidos de cada año o algo, pero lo increíble es que se critique a una persona por sus gustos cuando posiblemente el que escribe tiene también unos gustos, que posiblemente podrían llegar a ser criticados por los que leen a esa persona.

Otros se limitan a criticar la toma de decisiones o las acciones, que hacen otras personas, me resulta increíble ese tipo de personas, está claro que todos tenemos comportamientos reprochables, pero no nos olvidemos que si esa persona tomó una decisión es porque para ella fue la correcta y debemos respetar su decisión se equivoque o no, y mucho menos podemos tomar la libertad de criticar, insultar o ofender a esa persona porque todo aquel que toma una decisión es valiente. Si, valiente, porque ha elegido una cosa, rechazando la otra y ha corrido un riesgo.

Bueno paso de gastar más mis dedos escribiendo algo que nadie leerá, obvio por otra parte, pero bueno es una entrada para hacerle recordar a las personas que todos somos criticables (también, claro está, para recordármelo a mi mismo) y que tenemos que dejar que el resto vivan su vida sin importarnos nada, la que importa, al fin y al cabo, es la nuestra.

Siento ser tan gilipollas y escribir esta mierda, pero tenía que escribirlo y no decir nombres porque, como veis, se dice el pecado, pero no el pecador.

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