Buscar este blog

martes, 16 de octubre de 2012

El equilibrista.

¿Se imaginan estar suspendido en un cuerda sin nada debajo que pare el golpe?; ¿Se imaginan la presión de los focos apuntándoles además mientras cruzan la delgada línea?; ¿Oyen las voces que transmiten el asombro de los asistentes mientras avanzan poco a poco?




Ahora, haré el símil más fácil que se me ocurre, compararlo como siempre hago con algo de la vida, esta vez  serán las decisiones (ya hablé de ello hace tiempo en otra entrada, pero bueno...total como me apetecía escribir pues...).

No tengo la menor duda de que somos equilibrista en un intento desesperado por tener equilibrio durante algo tan dinámico, que sino fuera porque a veces nos sujetan los cables que se usan en el cine para "volar", caeríamos hasta el fondo.

Cada pasito en la cuerda, desde un extremo a otro, cada paso, representa una decisión, un momento en el que nos tambaleamos para después, acto seguido volver a tener equilibrio y seguir rectos por la cuerda, buscando un final que debe llegar.

A veces, dudamos si tomar una decisión o no, pero porque no sea difícil o fácil, sino simplemente por el miedo a lo que hay debajo, el miedo a las alturas, ese miedo que al final nos pasa factura, que nos produce amargura al no saber tomar el camino que nos conduzca a lo que queremos o esperamos. Y es que, es tan difícil ser un equilibrista en esta vida (yo obviamente no lo soy), me gustaría serlo, ello conlleva valentía, no mirar abajo y sobre todo fuerza de voluntad para cuando estemos cansados seguir, cualidades que la mayoría desea. Pero lo curioso no es que queramos esas cualidades, es que a mi parecer todos las tenemos, solo hace falta buscar en el fondo (cerrad el cajón de mierda, que hay no está, está en el fondo de vuestra mente), allí donde nuestros miedos desaparecen, donde todo pierde la importancia que tiene.

La verdad, no sé de que estoy hablando, me gusta perderme en este absurdo, en este total desorden de letras.

Sin más, no puedo enrrollarme más cual persiana diré, más bien citaré: "Pasito a pasito buscando el equilibrio".

¡Ah!, ¡que se me olvidaba!, no hay que tener miedo al vacío, decidan, acierten o fallen, decidan, es el jugo de la vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario